miércoles, 2 de octubre de 2013

IV. PASADO, PRESENTE Y FUTURO
CAPITULO 4


Sólo nosotros, los seres humanos, somos conscientes de tener un pasado, tiempo ya ido, de un presente donde vivimos, y de un futuro posible. En cambio, los demás seres vivos parecen no tener esa consciencia del tiempo.

TIEMPO PASADO
En cada instante de la vida tenemos un pasado: es el tiempo ya vivido, que no existe más y nunca más regresará, pero que le damos vigencia con nuestros recuerdos.

La elaboración mental del pasado constituye la experiencia, la cual nos permite utilizar y desarrollar en el presente nuestras actividades de una forma más eficiente, debido a las habilidades adquiridas.

Si recordamos el pasado y no nos olvidamos de él, sabremos lo que funciona mejor y lo que no funciona, adquiriendo de paso las habilidades y destrezas suficientes para ejecutar nuestras labores.

Esas destrezas, habilidades y conocimientos se denominan también con la expresión inglesa “know how” que, aunque siempre están en el rasado, las traemos sin embargo al presente para servimos de ella y actuar con eficacia.

Si hemos aprovechado bien ese “Know how”, rodemos disfrutar de nuestros éxitos pasados ahora en el presente y proyectamos todavía mejor en el futuro.

TIEMPO PRESENTE
Igualmente, cada instante de nuestra vida es el momento presente, el aquí y el ahora, donde vivimos y actuamos.

No existe otro momento para vivir sino ahora, en este mismo instante. No lo podemos hacer en el pasado, pues ya pasó; ni en el futuro porque aún no ha llegado, por muy próximo que esté.

Si nos fijamos en la gráfica anterior, el Hoy, el Aquí y d Ahora, es decir el presente, lo identificamos con la calavera porque queremos significar que podemos morir' para el pasado, que ya se fue, y convertimos siempre en una persona nueva en el presente.

Y así debe ser, pues, el pasado siempre es viejo y el presente nuevo.

Cualquier cosa que hayamos sido o hecho, podemos, a nuestro arbitrio, modificarlo y así emerger al presente como un ser nuevo, permanentemente renacido.

El tiempo presente es el gran momento para cambiar y dejar que el pasado se vaya con lo que fue.

El presente es un instante fugaz que permanen­temente se está convirtiendo en pasado, consumi­endo al mismo tiempo nuestro futuro.

Pero realmente vivimos en un presente que se prolonga de instante en instante.

La calavera, además, nos recuerda el mayor crimen que cometemos contra nosotros mismos en la forma de un suicidio gota a gota, segundo a segundo, que nos auto propinamos al no aprovechar positivamente el único momento que tenemos: ¡el presente! En el cual podemos realizar las acciones que nos permiten decidir cómo construir nuestra vida, ejerciendo nuestro libre albedrío. El desperdicio del tiempo es siempre un suicidio.

TIEMPO FUTURO
El futuro es 'contingente', es decir, que puede suceder o no.
Lo podemos construir con la visión clara de lo deseamos ser y hacer.
'‘The best” = lo mejor.

LO MEJOR ESTÁ POR VENIR.
En el presente planeamos nuestras actividades futuras con la finalidad de realizar y alcanzar nuestras metas, que han de concretarse en el futuro.

Cuando las alcanzamos, inmediatamente nos colocamos otras más ambiciosas.

No podemos vivir sin metas, porque entonces nuestro espíritu y motivación morirían aunque nuestro cuerpo siga vivo.

En el futuro está la esperanza de un nuevo comienzo y de un renacer. Es el tiempo de nuestras esperanzas e ilusiones.

Es la nueva y renovada oportunidad para “empezar otra vez”, como si abriéramos un nuevo cuaderno con las páginas en blanco para comenzar a escribir en él, perdonándonos los errores cometidos y prosiguiendo nuestro andar por la vida en nuevos y renovados senderos de esperanzas y fe en mejores y más prometedores momentos.

Por eso en la gráfica hemos identificado el futuro con la expresión inglesa THE BEST (lo mejor está por venir), con un bebé (renacer) y un anciano con guadaña y reloj de arena en las manos (en el futuro morimos para lo malo y renacemos para lo bueno).


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