¿Qué TIENE QUE VER EL TIEMPO CON:
La VIDA?
La empresa?
El profesionalismo?
El estrés?
Si no nos organizáramos, nos ahogaríamos en un mar de minucias
sin importancia, y lo que realmente importa se nos extraviaría en la selva de
lo inminente y de lo urgente.
Organizamos
significa planear el tiempo del que disponemos todos para trabajar, para
progresar, para gozar, para amar, en fin, para vivir.
¿QUÉ
TIENE QUE VER EL TIEMPO CON LA VIDA?
El
tiempo es la dimensión a través de la cual trascurre la vida. Disponemos de un
lapso de tiempo para vivir. ¡El único, no tenemos más! Por lo tanto, hay que
aprovecharlo lo mejor posible para lograr los mejores resultados con la máxima
felicidad.
“El tiempo es
el material de que está hecha la vida”
Una vida exitosa se construye con metas y objetivos concretos para ser alcanzados en un tiempo prefijado, los cuales vamos periódicamente controlando y adaptando a las nuevas circunstancias e imprevistos.
Aparte de la vida misma, el tiempo es lo único de lo que disponemos para moldearla acorde con nuestros
propósitos. Por eso no debemos desperdiciarlo, pues, el tiempo pasa sin prisa pero sin pausa.
De acuerdo con la buena administración del tiempo, las actividades se organizan teniendo en cuenta su
importancia y su urgencia.
“La vida está en función del tiempo: V= f(t)”
¿QUÉ TIENE QUE VER EL
TIEMPO…CON LA EMPRESA?
En las empresas es todavía más necesaria la planificación
de sus actividades, en
sintonía con su misión, visión y objetivos, cuantificados éstos en Tiempos pre-definidos.
Las empresas, como las personas, proyectan su vida en el tiempo y lo toman como su aliado a través del cual alcanzan sus propósitos y cumplen con su misión.
Las empresas,
integradas por seres humanos, deben planear sus actividades de acuerdo con sus
prioridades, teniendo siempre presente no sólo sus propias expectativas sino
las de los seres humanos que las integran, pues, en definitiva, son los que les
dan su razón de ser.
Planean disponiendo de tiempos para que sus empleados no sólo
trabajen, sino también para su recreación, para su crecimiento intelectual,
para el descanso y demás actividades típicamente humanas, sin las cuales no
existe motivación suficiente que incremente la productividad en sus tareas.
¿QUÉ TIENE QUE VER EL TIEMPO CON EL
PROFESIONALISMO?
Un profesional no necesariamente es aquel que estudia una carrera
universitaria y recibe el correspondiente título académico.
Profesional es aquel que ejecuta bien su actividad, cualquiera que ésta sea, con
resultados de calidad y oportunidad (a tiempo).
Para ejercitarse en su actividad profesional, necesita de la
observación, del estudio y de muchísima práctica hasta convertirse en experto.
Debe, por lo tanto, planear las actividades
que propicien su desarrollo, trabajando sin descanso ni desmayo en pos de éste.
Adquiere maestría en el tiempo si planea desde
hoy las actividades y las ejecuta en forma persistente y con ahínco hasta
conseguir excelencia en resultados.
¿QUÉ TIENE QUE VER EL TIEMPO CON EL ESTRÉS?
A menudo se habla del estrés como un elemento
negativo olvidando que existe un estrés positivo y uno negativo.
EL ESTRÉS NEGATIVO
Es el que hace daño, el causante de
enfermedades, de ansiedad e infelicidad.
Algunas veces, la responsable del estrés
negativo es una vida sin horizontes ni metas, sin rumbo fijo ni un sitio a
donde ir.
Otras veces, la responsable es una vida
demasiado reglamentada, rígida, con caminos trazados con anticipación y por
donde necesariamente debemos transitar so pena de sentimos transgresores del síndrome del
“hombre siempre ocupado”; sin permitir que a veces la vida nos sorprenda a la
vuelta de la esquina.
Igual
sucede cuando no planeamos nuestras actividades y todo se nos vuelve urgente,
de última hora y casi sin tiempo para ejecutar las diligencias que nos acosan y
no nos dan tregua. Es cuando nos volvemos como bomberos “apagadores de
incendios” y las urgencias de la vida no nos dan descanso, pareciéndonos que
todas las calamidades vienen juntas.
Cuando
el estrés negativo nos tiene entre sus garras, ha llegado entonces el
momento de damos una tregua, un reposo para descansar de los agobios y decidir
de una vez por todas que, pase lo que pase, la vida es siempre una oportunidad
para ser feliz.
EL ESTRÉS POSITIVO
El
estrés positivo es necesario para nuestra buena salud mental,
espiritual, intelectual y física.
Es
aquel grado de tensión indispensable para permanecer atentos y alertas a lo que
hacemos y a lo que nos pasa.
Si
no tuviéramos este nivel de estrés positivo no Tendríamos la suficiente energía
ni motivación para actuar con entusiasmo.
El estrés positivo se asemeja a la adecuada tensión que necesita tener las cuerdas de
una guitarra para obtener afinadas y melodiosas tonalidades. Si las Tensamos
demasiado se rompen y demasiado flojas entonces desafinan.
la
adecuada tensión (estrés positivo) se consigue con la planeación de las
acciones en un orden establecido en el tiempo y con una motivadora inteligencia
autoexigente que nos impulse a sus realizaciones.
La
planificación de nuestro tiempo nos permite decidir qué actividades debemos
necesariamente ejecutar de inmediato y qué otras podemos dejar para más
adelante, sin que por ello se cause algún trastorno.
“La
organización del tiempo crea estrés positivo. La desorganización fomenta el
estrés negativo.”
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