miércoles, 2 de octubre de 2013

III.  ¿POR QUÉ PLANEAR MI TIEMPO?



¿Qué TIENE QUE VER EL TIEMPO CON:
La VIDA?
La empresa?
El profesionalismo?
El estrés?


Si no nos organizáramos, nos ahogaríamos en un mar de minucias sin importancia, y lo que realmente importa se nos extraviaría en la selva de lo inminente y de lo urgente.
Organizamos significa planear el tiempo del que disponemos todos para trabajar, para progresar, para gozar, para amar, en fin, para vivir.

¿QUÉ TIENE QUE VER EL TIEMPO CON LA VIDA?

El tiempo es la dimensión a través de la cual trascurre la vida. Disponemos de un lapso de tiempo para vivir. ¡El único, no tenemos más! Por lo tanto, hay que aprovecharlo lo mejor posible para lograr los mejores resultados con la máxima felicidad.

“El tiempo es el material de que está hecha la vida”

Una vida exitosa se construye con metas y objetivos concretos para ser alcanzados en un tiempo prefijado, los cuales vamos periódicamente controlando y adaptando a las nuevas circunstancias e imprevistos.

Aparte de la vida misma, el tiempo es lo único de lo que disponemos para moldearla acorde con nuestros propósitos. Por eso no debemos desperdiciarlo, pues, el tiempo pasa sin prisa pero sin pausa.

De acuerdo con la buena administración del tiempo, las actividades se organizan teniendo en cuenta su importancia y su urgencia.

“La vida está en función del tiempo: V= f(t)”

¿QUÉ TIENE QUE VER EL TIEMPO…CON LA EMPRESA?

En las empresas es todavía más necesaria la planificación de sus actividades, en sintonía con su misión, visión y objetivos, cuantificados éstos en Tiempos pre-definidos.

Las empresas, como las personas, proyectan su vida en el tiempo y lo toman como su aliado a través del cual alcanzan sus propósitos y cumplen con su misión.

Las empresas, integradas por seres humanos, deben planear sus actividades de acuerdo con sus prioridades, teniendo siempre presente no sólo sus propias expectativas sino las de los seres humanos que las integran, pues, en definitiva, son los que les dan su razón de ser.

Planean disponiendo de tiempos para que sus empleados no sólo trabajen, sino también para su recreación, para su crecimiento intelectual, para el descanso y demás actividades típicamente humanas, sin las cuales no existe motivación suficiente que incremente la productividad en sus tareas.

¿QUÉ TIENE QUE VER EL TIEMPO CON EL
PROFESIONALISMO?

Un profesional no necesariamente es aquel que estudia una carrera universitaria y recibe el correspondiente título académico.

Profesional es aquel que ejecuta bien su actividad, cualquiera que ésta sea, con resultados de calidad y oportunidad (a tiempo).

Para ejercitarse en su actividad profesional, necesita de la observación, del estudio y de muchísima práctica hasta convertirse en experto.

Debe, por lo tanto, planear las actividades que propicien su desarrollo, trabajando sin descanso ni desmayo en pos de éste.

Adquiere maestría en el tiempo si planea desde hoy las actividades y las ejecuta en forma persistente y con ahínco hasta conseguir excelencia en resultados.

¿QUÉ TIENE QUE VER EL TIEMPO CON EL ESTRÉS?

A menudo se habla del estrés como un elemento negativo olvidando que existe un estrés positivo y uno negativo.

EL ESTRÉS NEGATIVO

Es el que hace daño, el causante de enfermedades, de ansiedad e infelicidad.

Algunas veces, la responsable del estrés negativo es una vida sin horizontes ni metas, sin rumbo fijo ni un sitio a donde ir.

Otras veces, la responsable es una vida demasiado reglamentada, rígida, con caminos trazados con anticipación y por donde necesariamente debemos transitar so pena de sentimos transgresores del síndrome del “hombre siempre ocupado”; sin permitir que a veces la vida nos sorprenda a la vuelta de la esquina.

Igual sucede cuando no planeamos nuestras actividades y todo se nos vuelve urgente, de última hora y casi sin tiempo para ejecutar las diligencias que nos acosan y no nos dan tregua. Es cuando nos volvemos como bomberos “apagadores de incendios” y las urgencias de la vida no nos dan descanso, pareciéndonos que todas las calamidades vienen juntas.

Cuando el estrés negativo nos tiene entre sus garras, ha llegado entonces el momento de damos una tregua, un reposo para descansar de los agobios y decidir de una vez por todas que, pase lo que pase, la vida es siempre una oportunidad para ser feliz.

EL ESTRÉS POSITIVO

El estrés positivo es necesario para nuestra buena salud mental, espiritual, intelectual y física.

Es aquel grado de tensión indispensable para permanecer atentos y alertas a lo que hacemos y a lo que nos pasa.

Si no tuviéramos este nivel de estrés positivo no Tendríamos la suficiente energía ni motivación para actuar con entusiasmo.

El estrés positivo se asemeja a la adecuada tensión que necesita tener las cuerdas de una guitarra para obtener afinadas y melodiosas tonalidades. Si las Tensamos demasiado se rompen y demasiado flojas entonces desafinan.

la adecuada tensión (estrés positivo) se consigue con la planeación de las acciones en un orden establecido en el tiempo y con una motivadora inteligencia autoexigente que nos impulse a sus realizaciones.

La planificación de nuestro tiempo nos permite decidir qué actividades debemos necesariamente ejecutar de inmediato y qué otras podemos dejar para más adelante, sin que por ello se cause algún trastorno.

“La organización del tiempo crea estrés positivo. La desorganización fomenta el estrés negativo.”


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