jueves, 18 de octubre de 2012


TALLER "INGENIERÍA GENÉTICA" EL DESAFIÓ ACTUAL DE LA BIOETICA

1. Elabora un ensayo sobre el texto no mayor a una hoja. (No olvides marcarlo) para entregar en hoja blanca.

2. Piense en varias películas que se relacionen con el tema propuesto. Y escríbelas.
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3. Escoja una de las películas y explica qué relación tienen con el tema.
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4. Escribe qué opinas sobre la clonación de animales y la de personas, explica tu respuesta.
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5. Escribe la opinión que acabas de redactar en los comentarios del blog. 

lunes, 15 de octubre de 2012


INGENIERÍA GENÉTICA: EL DESAFÍO ACTUAL DE LA BIOÉTICA

Durante la última década, la comunidad internacional se ha visto conmovida por los anuncios de espectaculares avances en el campo de la biología molecular, centrados substancialmente, en el ámbito de la genética. Lo que hasta entonces parecía ser un territorio vedado al conocimiento del hombre "la clave del misterio de la vida" comenzó a ser desentrañado.

Éstos promisorios avances de las ciencias biológicas tomaron desprevenidas a las disciplinas del "debe ser" y las enfrentaron, cruda e inesperadamente, a una serie de acuciantes preguntas; y aunque esos interrogantes no configuran, en esencia, más que la nueva formulación del ancestral dilema de los límites del obrar humano "si deben existir y cuáles son", lo cierto es que la respuesta ética resultante no ha alcanzado, hasta el presente, la profundidad, la amplitud y la riqueza que el tema en estudio requiere. De más está decir que, ante la falta de una estructura de Justificación ética coherente, la respuesta legal es incompleta, irregular o directamente inexistente.

Éste panorama, trasladado al ámbito de formación de la conciencia de la comunidad sobre tal problemática, adquiere ribetes aún más alarmantes. El ciudadano medio sólo accede a noticias defectuosamente elaboradas por los medios masivos de difusión, que se maneja con base a dos premisas antagónicas: El milagro o el Apocalipsis, sin dejar espacio para una aproximación racional al tema.

No es ajena a la confusión reinante la falta de precisión o incluso, de conocimiento sobre el exacto contenido de éstas nuevas prácticas científicas, sus alcances y sus posibilidades reales.

En una práctica visión, es difícil detectar que el discurso habitual confunde los procedimientos de Ingeniería Genética con las prácticas terapéuticas destinadas a paliar la infertilidad. Valga entonces precisar que la Ingeniería Genética comprende la totalidad de las técnicas dirigidas a alterar o modificar el caudal hereditario de alguna especie, ya sea con el fin de superar enfermedades de origen genético (terapia genética) o con el objeto de producir modificaciones o transformaciones con finalidad experimental, esto es, de lograr un individuo con características hasta en ese momento inexistentes en la especie (manipulación genética).

Por su parte, la llamada manipulación ginecológica abarca todos aquellos procedimientos médicos destinados a la superación de la infertilidad mediante la concreción de la fecundación por medios no naturales (inseminación artificial, fecundación in vitro), lo que en modo alguno importa modificación del patrimonio genético.

En tanto la manipulación ginecológica presenta como principales temas en conflictos los vinculados a las técnicas mismas, pero no así su objetivo "obtener descendencia para una pareja infértil”, en el campo de la Ingeniería Genética se coloca bajo análisis su misma razón de ser; esto es: ¿es lícito alterar el patrimonio genético de la humanidad?

Es más, mientras los cuestionamientos a la fecundación asistida se limitan a su práctica en la especie humana, quienes cuestionan los avances en Ingeniería Genética también desaprueban lo que conlleva alteración del patrimonio genético de cualquier ser viviente, aunque asignándole un menor grado de desvalor.

Cabe en este punto reflexionar brevemente sobre el contenido y alcance de éstos procedimientos y básicamente, acerca de sus reales posibilidades en un futuro próximo.

Cada ser humano cuenta con una dotación de aproximadamente cien mil genes, ordenado de a pares, que son los que le otorgan su carácter diferencial. A lo largo de su existencia desarrollará parte de la información contenida en esos genes, pero lo que nunca podrá lograr es que su organismo exprese una información ausente de su cromosoma. El lenguaje en que tal información está escrita en el mismo para todo ser viviente.

Dausset, Premio Nobel de Fisiología y Medicina (1980), señalaba: "Es sólo el orden en que se suceden éstas cuatro letras lo que diferencia al rosal o al maíz de una bacteria, de un elefante o de un hombre".


Dueños de éste conocimiento, dos serían los caminos a recorrer por parte de los científicos:


a)      Traducir la totalidad de "la información contenida en el cromosoma de los distintos seres vivientes, con miras a la concreción de una medicina predictiva y en un futuro más lejano, a una terapia génica que reconstruya los cromosomas portadores de graves dolencias.
b)      Explorar la posibilidad de que la información genética contenida en un organismo pudiere ser insertada en otro que carezca de ella, aún atravesando la barrera de las especies.

Análisis premisa a:
En la primera línea de trabajo se encuentra el proyecto HUGO, que comenzó oficialmente el 1 de octubre de 1990 en los Estados Unidos de Norteamérica, cuyo objetivo es descifrar la información contenida en cada uno de los genes que componen el cromosoma humano. Con igual sentido, el 11 de junio de 1990, el consejo de Europa adoptó un programa específico destinado al análisis de genoma, siendo ambas iniciativas acompañadas por Japón, con su "programa científico de fronteras humanas". Se fundamenta que la secuenciación completa del genoma "experiencia de altísimo costo económico" permitirá un decisivo avance en las terapias génicas, posibilitando una medicina predictiva que desterrará del planeta la mayoría de las enfermedades conocidas.

Lamentablemente no se ha explicado claramente cuál será el camino para alcanzar esa panacea. Es indudable que una vez conocido el proyecto, se podrá conocer con un alto grado de certeza al contenido del genoma de un individuo determinado: Sabremos si tiene propensión a poseer ojos azules o castaños, si será alto o bajo, si tiene tendencia a desarrollar diabetes o ciertos tipos de cáncer, si será portador del síndrome de Down o del mal de Alzheimer, pero. ¿Cómo y quién va a manejar esa información?

Si lo que se intenta es lograr una humanidad "perfecta", parece claro que el camino más seguro es difundir como único método válido de procreación la fecundación in vitro, que permitirá manipular genéticamente los embriones extrauterinos eliminando la dolencia que los afecta. De más está decir que ésta práctica "por el momento, de concreción imposible" no es la alentada por los científicos que ante un supuesto de anomalía severa de embrión sugieren, lisa y llanamente su no implantación.

Surgen aquí grandes dilemas éticos: ¿es válido descartar un embrión extrauterino porque presenta información genética predictiva de una grave dolencia? ¿Qué grado de importancia deberá revestir la enfermedad para justificar la no implantación del embrión? Y, si la opción es modificar la dotación cromosómica del embrión, ¿pueden los científicos alterar el patrimonio genético de la especie humana, ignorando las consecuencias finales de tal alteración? Recordemos que toda manipulación realizada en los primeros días de evolución del embrión alcanzará a todas sus células y se transmitirá indefectiblemente a su descendencia. A partir de éste momento la mutación artificial y sus imprevisibles consecuencias habrán quedado definitivamente integrada al recurso genético de la humanidad, recurso que ha permanecido inalterado durante milenios, sólo sometido a las modificaciones que la misma evolución le imponía, permitiendo al hombre sobrevivir como especie y dominar el mundo.

Similares objeciones ofrece la terapia genética que importe alteración del genoma, cuando la misma se realice sobre las células germinales de un individuo.

Cabe señalar que el debate ético sobre el punto recién se inicia. Con argumentos que minimizan los rasgos o señalan que vale la pena correrlos, la postura favorable a la posibilidad de alteración del genoma reivindica el derecho de la humanidad de dominar su propio destino contribuyendo, por todos los medios a su alcance, a tratar de mejorar su calidad de vida.

Los reparos expuestos a la alteración de la composición cromosómica no impiden a los significativos logros que indudablemente irrigará la secuenciación completa del genoma, en punto a evitar el desarrollo de determinadas enfermedades, predispuestas genéticamente, mediante la modificación de los hábitos o del medio ambiente de su portador.

Análisis premisa b:
Ésta línea de investigación, que ya ha dado numerosos frutos es sin embargo, la más cercana a la ciencia ficción.

Como ya señalamos, el lenguaje en que está codificado el patrimonio hereditario de todo ser viviente es el mismo, sólo varía la cantidad y la calidad de información contenida en cada genoma. A partir de ésta premisa los científicos arreglaron la posibilidad de introducir información genética de una especie en el cromosoma de otra, e intentar que ésta última exprese con su propio organismo éstas instrucciones.

Más allá de la teoría, ésta posibilidad recién pudo concretarse en el año 1972 a partir del descubrimiento de ADN recombinante, por parte del Premio Nobel Paúl Berg.

Con ésta nueva biotecnología, durante el año 1977 se logró transferir la síntesis química de un gen humano a la bacteria Escherichia Coli. Ésta bacteria, con la información genética humana incorporada a su genoma produjo la hormona somatostatina. En la actualidad son numerosos los casos de producción de sustancias humanas mediante biotecnología, resultando ejemplo suficiente la producción mediante este método de la insulina y el interferón.

Ninguna objeción surge a primera vista ante lo que luce como un importante avance de la ciencia, pero a poco que nos detengamos en los procedimientos utilizados surgen los interrogantes en punto a la circunstancia, innegable, que lo que se introduce en una bacteria es, ni más ni menos, que parte del cromosoma humano.

A ello se le suma que ésta técnica abre la puerta a posibilidades de experimentación mucho más complejas y que pondrían en grave peligro tanto la dignidad como la supervivencia de la especie humana. Al resultar viable alterar el genoma introduciendo información genética de otras especies, ¿quién nos asegura que no se intentará crear un individuo con la fuerza del chimpancé o la vista de un lince?

También en éste campo la humanidad puede verse afectada, ya no por medio de la manipulación directa sobre su patrimonio genético, sino mediante la transformación genética de especies vegetales fundamentales para su supervivencia o mediante la liberación irresponsable en el medio ambiente de microorganismos mutados genéticamente.

El panorama es complejo y requiere de una urgente reflexión bioética que sirva como faro para la elaboración de normas que encaucen toda actividad hacia el objetivo supremo del bien común. Éstas normas, por su parte, no pueden ser el producto de uno u otro grupo de presión, sino de una maduración profunda y sabia sobre el tema, que reconozca como antecedente el consenso de la comunidad, debidamente informada sobre los postulados básicos que se intenta proteger.

Considero que el camino emprendido no tiente retorno, resulta pueril pretender la eliminación de la biotecnología en el mundo actual, pero resulta igualmente irresponsable cerrar los ojos ante ésta realidad que nos supera, delegando en los científicos las decisiones que debe tomar toda la comunidad.

La supervivencia de especie humana y los derechos de todo hombre a ser único e irrepetible, a poseer un patrimonio genético inviolable y a preservar la privacidad de ese patrimonio, son los valores fundamentales que están en Juego.